“Tienes que terminar todo lo que inicias”, solía decirme mi papá todos los días mientras nos llevaba a mis hermanas y a mi al colegio.
“Lo importante es que des el máximo esfuerzo”, solía decirle mi suegro a mi esposo.
Las palabras de nuestros padres fueron -y son- muy ciertas. Estas siguen haciendo eco en nuestras vidas y en todo lo que emprendemos. El poder de la palabra es increíble y más si se convierte en una frase, dicho o refrán que te acompañe de por vida.
Hoy quiero complementar las palabras de mis padres con otras frases que te ayudarán a fortalecer el carácter y la perseverancia de tus hijos.
Aquí te dejo las tres frases que debes decirle a tus hijos cuando comiencen a aprender música (o cualquier cosa).
1. No siempre será divertido
Pero, los frutos serán estupendos.
Parte de crecer es darse cuenta de que habrán momentos de aburrimiento aún mientras hacemos las cosas que amamos.
Aprender a tocar piano, guitarra o a cantar es muy divertido. Pero, por momentos, la diversión se apagará.
Como padres, nuestro rol es ayudar a nuestros hijos a mantenerse firmes durante los momentos en que las prácticas se vuelven tediosas.
En las próximas semanas estaremos publicando nuestro ebook Aprender a Aprender en donde podrán aprender distintas técnicas para superar el aburrimiento.
Mientras tanto, hazles saber a tus pequeños que «aburrirse» es parte del proceso. Pero, que existen maneras de superar el aburrimiento a través de juegos, retos y actividades didácticas.
2. Lo importante es aprender a amar el proceso
Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener.
Entrar y salir de fase.
Amar la trama más que al desenlace.
Amar la trama más que al desenlace.
Este es el coro de la canción “Amar la Trama más que el Desenlace” de Jorge Drexler.
Pero, ¿qué significa eso de amar la trama más que el desenlace?
Ir y venir.
La rutina suele cansarnos. Lo mismo le pasa a nuestros hijos.
Por esta razón es importante romper la rutina. Como profesora, me mantengo innovando y buscando maneras de romper la rutina. Esto me permite lograr que mis estudiantes se mantengan enfocados, a pesar de la rutina.
Para salir de rutina solo tienes que cambiar de ambiente. Sal a pasear con tus hijos. O, ¿qué tal si van al parque a tocar guitarra bajo la sombra de los árboles?
Seguir y guiar.
Primero se sigue y luego se guía.
Nuestros hijos suelen imitarnos. Nos siguen y nosotros los guiamos.
Luego, en algún momento, ellos comienzan a guiar a otros.
Guiar es enseñar bien. Parte del proceso de aprendizaje consiste en aprender a guiar.
Para motivar a mis alumnos a guiar a otros, los invito a explicarle a sus compañeros las nuevas ideas que aprendieron durante clases.
Tú puedes hacer lo mismo con ellos. Motívalos a que te expliquen lo que aprendieron durante clases. Hazlo con las clases de matemáticas, ciencias o música. Esto les ayudará a formular mejor sus ideas.
Dar y tener.
Como padres, conocemos muy bien lo que es dar. Damos nuestras vidas por nuestros hijos. Les damos nuestro tiempo, esfuerzo y amor.
Pero, para dar hay que tener.
Tenemos que buscar los recursos, las ideas y las herramientas para poder dar.
Enseñemos a nuestro hijos a buscar, para que aprendan a dar lo que tienen.
Entrar y salir de fase.
Esta es la vida. Es el vaivén entre la motivación y la desmotivación.
Al iniciar algún proyecto, solemos entrar en fase de manera instantánea. Es como si la motivación nos invadiera e hiciera de nuestros corazones su hogar.
Y luego, pasan los días y… salimos de fase.
Aquí es donde entra:
Amar la trama más que el desenlace.
Amar la trama es el meta.
Es aprender a amar los pequeños detalles de la vida. Es apreciar los abrazos y caricias de nuestros hijos. Es formar recuerdos memorables junto a ellos.
Amar la trama es aprender a enamorarse del proceso. Es aceptar la rutina. Y es escaparse de la rutina cuando sea necesario.
3. Cuenta conmigo.
Cuenta conmigo es una frase poderosísima. Lo es aún más cuando nuestros hijos realmente saben que pueden contar con nosotros. Y logramos esto atendiendo a su llamado.
Siempre recuérdales que estarás ahí en los momentos en que las prácticas se tornan tediosas. Que siempre estarás ahí en los momentos en que su motivación salga de fase.
Que siempre estarás ahí para guiarlos, darles amor y para acompañarlos en el proceso de aprender a amar la trama más que el desenlace.
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