Es muy común escuchar frases hirientes en el entorno musical: «No puedes aprender música». «No sirves para la música». «Deja la música, tu técnica es espantosa». «¡Qué desorden!». «¿Cuándo aprenderás a practicar bien?».
Estas frases son repetidas con regularidad por maestros que posiblemente quieren lo mejor para sus estudiantes, pero no saben transmitir el verdadero mensaje de la enseñanza musical.
Tengo la firme convicción de que la música tiene un poder transformador que permite trabajar el autoestima de todo niño y niña. Da ahí nace mi misión: brindar a todo niño mi conocimiento, apoyo, confianza y cariño.
No veo la música como una competencia. La veo como colaboración: Un coro está conformado por personas con ideas y creencias distintas, pero la música les une para cantar un misma pieza. En una orquesta todos los instrumentos se unen para dar forma y vida al mensaje del compositor.
Creo en fomentar valores positivos en los niños y en motivar la convicción de creer en sí mismos. Quiero que todos desarrollen la capacidad de soñar, de ser independientes y de ser creativos. Por esto he creado un ambiente donde todo conflicto puede ser resuelto con la música, donde la integración entre todos es de vital importancia. A este espacio lo llamé Music Corner.
A través de los años he visto que el reforzamiento positivo cambia la actitud de los niños. He visto como sus capacidades musicales crecen y maduran con mayor rapidez. Pero, sobre todo, he notado cómo su autoestima se desarrolla, y su amor por la vida y por los demás acrecienta y se fortalece.
De ahí mi preferencia por las siguientes frases: «¡Excelente!». «¡Qué bien lo has hecho!». «¡Sé que puedes lograrlo!». «Confío en que puedes dar más». «Sigue esforzándote». «Verás que lo lograrás».
Espero me acompañes en esta jornada de educación basada en creatividad, música y valores.